Imagen tomada de la red Se acerca el 24 de diciembre, el día señalado para renovar el nacimiento de Jesús en cada uno de nosotros, pero para que él realmente venga debemos tener nuestra casa dispuesta para su llegada. Hoy en día cuando la mayor parte de la gente está ocupada en buscar regalos para los demás, cuando los centros comerciales están abarrotados y el dinero sale de todos lados, tal vez de lo que menos nos preocupamos es de preparar nuestra casa interior dispuesta para recibirlo. Preparamos el árbol, lo llenamos de bombillos, de cintas, de luces; hacemos un nacimiento lleno de color y nos ponemos alegres...pero más allá de esa oportunidad de compartir con nuestros seres queridos en estos momentos de espera, preguntémonos ¿estoy preparado para que la navidad se haga en mí? El pesebre de Belén, representa para mí el lugar en donde empieza una vida nueva. Preparemos pues nuestra mente, nuestro corazón y dispongamos nuestra voluntad para recibir a Jesús de...