En el nombre de mis tres amados hijos Cisne, David, José Andrés.
Te vi pasar entre los guayacanes florecidos,
entre los colibríes, chilalos y golondrinas,
llevabas en tus manos mis silencios
y en el cofre de tu pecho
amparabas mis sueños;
los diseñaste uno a uno
y los enviaste a mi huerto…
allí florecieron.
Mis labios los nombraron: hijos
sus labios me llamaron: mamá
y tú rondas cada día en nuestros labios
con el nombre más inmenso: Amor.
Por eso ¡Amor de mis amores!
mi corazón de madre te suplica:
bendice los sueños, de los hijos que me diste,
bendice sus proyectos,
inmiscúyete en ellos,
qué seas tú quien presida
cada acto, cada paso, cada afecto,
para que al portar tu huella,
todo sea fructífero, todo sea bueno.
Sigue pasando con tu traje constelado
en medio de las noches más tupidas,
sigue enviando en la justa medida
al sol y la lluvia,
dando vida al amanecer y a la esperanza,
y sobre todo Señor, nunca lo olvides;
regálales tu fe y fortaleza
para que en ti se afiancen,
que vean siempre en tu arcoíris
la memoria de tu eterna alianza.
Amén.
Ana Cevallos Carrión
Tomado de “Mi Padre Celeste”
Loja, 03 de marzo del 2015
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