Imagen tomada de la red
Me temo que estoy llegando a la vejez
y me consterna esta soledad por la que asciendo
en esta ciudad bipolar
en donde el clima y la gente
lloran y ríen al mismo tiempo
mis versos huelen a naftalina
y no me apena decir
con mis palabras añejas
que soy cual árbol longevo abarrotado de zozobra
que mira el ayer
que mira el mañana
mientras amarillean
las hojas
y alguien prepara el
hacha
pienso en que ojalá
los semáforos del tiempo se detuvieran
para siempre
y nos quedásemos absortos en un momento perpetuo
un momento intenso
un segundo despierto a la totalidad de la vida
un espacio de gloria
una plaza de alegría
pero no/ ya sé que no
es posible el eterno presente
que es cierto aquello que todo lo que vive fenece
que los días se guardan en la gran bolsa de pasado
y se recurre a ellos
mientras existe la memoria
ya sé que cada segundo
nos pasa la factura
y como si nada/ por decirlo bonito
nos va matizando la piel de arrugas
nos sitúa en la garganta
una voz que raspa el aire
y nos salpica las manos con pecas oscuras
alguien seguramente rebatirá mis líneas
dirán que soy dramática
que soy negativa
y habrá quien me diga
que esta es una etapa tranquila
que se puede disfrutar de cómo crecen las violetas
visitar los amigos
ver triunfar a los hijos
tomar tranquilos una copa de vino
y es cierto
solo que hoy
después de mi saludable desayuno
de tomar las pastillas para la hipertensión
de regar las plantas
de cansarme de mirar correr al perro
he caído en cuenta
que he perdido los lentes
y se me dio por ver
oscura la vida.
Ana Cevallos Carrión
Tomado de “El pulso de mis días”
Todos los derechos reservados IEPI y SAFECREATIVE
Loja, 17.06.2016
Bueno, primeramente, quiero ese libro. Segundo: ¡qué fuerza la que contienen sus letras! Todo un derroche de talento mientras de un modo reflexivo se llevan los versos por el camino ondulado de la inspiración. Es hermoso volver a encontrar su poesía ¿dónde estaba usted , donde estaba yo? No lo sé, sólo sé que aquí estoy, disfrutando su poesía. Su poema es muy realista y me pone a pensar con su lectura, realmente es de admirar su manera de interpretar el mundo exterior e interior y que expresa en cada línea con muchísima audacia.
ResponderEliminarLa vida es un camino inevitable y sin regreso por donde pasamos todos hasta su final; por eso hay que disfrutarla al máximo.
Realmente le admiro y le respeto.
Le envío un fortísimo abrazo esperando a que se encuentre de lo mejor.
Darío.