¿De qué depende que un recurso natural renovable
pueda dejar de serlo y, en algunos casos, llegar a su extinción o a su
agotamiento?
Para dar respuesta a esta
pregunta, empecemos definiendo a qué llamamos recursos naturales “Son recursos
naturales el agua, el aire, el sol, el suelo, la flora, la fauna, los
minerales, el petróleo, los paisajes, la energía, el viento y otros”
(Malacalza, 2013, p.159). El ser humano a través de sus sentidos puede
percibir, sentir, tocar, escuchar, ver,
en su entorno todos los elementos
mencionados los cuales ha utilizado y
sigue utilizando, para mejorar la calidad de vida y desarrollarse.
Los recursos
naturales pueden ser de dos clases:
renovables y no renovables:
Desde la perspectiva humana, la energía solar y el calor y los vientos que genera, son recursos renovables por más que los usemos. También la energía que proviene del movimiento del agua de ríos y de mareas. Y, en general, son recursos renovables los seres vivos que tienen una alta tasa de renovación. (Malacalza, 2013, p.159)
Entonces, los recursos naturales renovables son aquellos que tienen la capacidad de rápidamente restaurarse, regenerarse o reproducirse.
En cuanto a los recursos naturales no renovables son los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) y los minerales de los que extraemos los metales, porque si bien, después de ser usados los metales quedan dispersos en el planeta en concentraciones muy bajas, el costo energético para reutilizarlos suele ser mucho más alto que el costo de extraerlos en las minas (Malacalza, 2013, p. 159)
Entonces, los recursos naturales renovables son aquellos que tienen la capacidad de rápidamente restaurarse, regenerarse o reproducirse.
En cuanto a los recursos naturales no renovables son los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) y los minerales de los que extraemos los metales, porque si bien, después de ser usados los metales quedan dispersos en el planeta en concentraciones muy bajas, el costo energético para reutilizarlos suele ser mucho más alto que el costo de extraerlos en las minas (Malacalza, 2013, p. 159)
Es decir, que
llamamos recursos no renovables a aquellos que
se encuentran en depósitos
limitados o con ciclos de regeneración muy por debajo de los ritmos de extracción o
explotación (B&B', 2009).
Hay distinciones
claras sobre ciertos recursos renovables y no renovables, por ejemplo sabemos
que el sol, el viento son recursos renovables porque que no se agotan y también tenemos
claro que los minerales que se explotan del subsuelo pueden agotarse, porque
tienen la característica de ser limitados, por lo tanto no son renovables, sin embargo
“en muchos casos el que pertenezcan a una u otra categoría depende de cómo los
explotemos” (Malacalza, 2013, p.159).
Continuando con la
respuesta: parece inconcebible por ejemplo que ciertos recursos naturales
considerados como renovables llegaran a agotarse e incluso a extinguirse, pero
esto puede suceder, tomemos por ejemplo a los animales que pueden considerarse
como recursos naturales renovables por su gran capacidad para reproducirse, “
sin embargo esta capacidad de regeneración del recurso renovable no evita que
estos se puedan agotar” (Riera, 2013)
y esto se debe a que se los puede
consumir a un ritmo mayor que el de su reproducción, otro ejemplo: “el agua o
los suelos degradados dejan de ser recursos naturales cuando los costos para poder reutilizarlos superan las expectativas o posibilidades humanas”
otro ejemplo lo tenemos en “los bosques
que son el recurso renovable más copioso y versátil con que la naturaleza
proporciona a la humanidad simultáneamente toda una amplia gama de beneficios y
servicios económicos, sociales, ambientales y culturales.” (Maini, s.a)
sin embargo al ser explotados más allá de su capacidad de regenerarse no
solamente se agotan, si no que afectan
al suelo, los ríos, el aire. Es decir
que un recurso “es renovable, siempre que la tasa de explotación sea menor o igual a la tasa de reposición” (Malacalza, 2013, p. 159).
Para poder determinar los ritmos de explotación disponibles, es preciso disponer de información sobre el ritmo de crecimiento del recurso renovable al margen de la intervención del hombre. Es decir se requiere de información de carácter técnico y que debe ser proveída desde las distintas disciplinas. Si nos referimos a recursos pesqueros por ejemplo, será preciso conocer el ciclo de crecimiento de la biomasa pesquera para cada tipo de especie… Es por esta razón que en general la investigación económica que intenta hallar las reglas para explotar óptimamente un recurso renovable suele basarse en los denominados modelos bioeconómicos…que describe las características principales del crecimiento del recurso…y las variables económicas a tener en cuenta…para la explotación del recurso (Riera, 2013)
En otras palabras
para conservar nuestros recursos naturales como renovables todos debemos involucrarnos dándoles
un uso adecuado, controlado y consiente, desde el hogar practicando el
reciclaje, el ahorro de agua y energía, las fábricas deben disminuir la emisión
de gases contaminantes que incrementan el calentamiento global incidiendo en
todos los recursos naturales. La
Constitución del Ecuador 2008 ha incorporado en el Título VII, Sección VII sobre Biosfera, ecología Urbana y energías
alternativas, artículo 413:
El Estado promoverá la eficiencia energética, el desarrollo y uso de prácticas y tecnologías ambientalmente limpias y sanas, así como de energías renovables, diversificadas, de bajo impacto y que no pongan en riesgo la soberanía alimentaria, el equilibrio ecológico de los ecosistemas ni el derecho al agua (Asamblea constituyente , 2008).
Concluyendo con la respuesta a la pregunta
planteada, la población en general debe tener conocimientos sobre
hasta qué nivel se pueden explotar o utilizar los recursos renovables para no
llevarlos a su agotamiento o extinción, pero más allá de esto debemos aprender
a valorar todo lo que emana de la naturaleza, al acercarnos a ella debemos hacerlo no como los consumidores y explotadores de
recursos que han perdido la capacidad de
asombro, que no valoran la belleza en su
real dimensión, debemos tener en cuenta que somos parte de la naturaleza, que
estamos íntimamente ligados a ella y de este modo el cuidado hacia ella
sencillamente fluirá (Francisco, 2015) .
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